UN NOTABLE EN EL
ZULIA
Indice
- Nacimiento
- Niñez
- Tía Lucía
- La Monja del Urquinaona
- La Botica
- Colegio Cuenca
- El pote de leche Klim
- Estudios de Medicina
- Epidemia
- Europa
- Marianne Rivoal.
- Maracaibo
- Curación a varias personas
- Sus 25 años de graduado
- Cristo por todos lados
- Vuelta a Caracas
- Enfermedad y muerte
- Legado.
Como era, que le gustaba
Anexos
Fotos
Agradecimientos
Nacimiento
Alejandro
Antonio Marcucci Delgado, nace en Maracaibo, capital del estado Zulia, el 29 de
julio de 1896.
Su padre, el
señor Héctor Marcucci, es en su época el Jefe del Correo del estado Zulia. Se
sabe que muere muy joven, a los 33 años, de un derrame cerebral fulminante.
Su esposa es Corina Delgado. De Maracaibo y es ella
quien hace las tareas del hogar. Trata de llevar a sus tres hijos varones
adelante, pero dicen que muere de Amor a los 27 años, luego de saber la triste
noticia de su viudez temprana.
Niñez
Alejandro tenía
siete años cuando queda huérfano. Sus hermanos, Luis, dos años menor que él y
José Héctor, de dieciocho meses.
Sus abuelos
maternos asumieron la responsabilidad de criarlos. Dos años después mueren y el
compromiso es asumido por otra persona.
De esa etapa,
solo sabemos que estando jugando en la calle, en la plaza Bolívar de Maracaibo, donde ya decía que iba
a ser médico, algo que hizo en su futuro.
Tía Lucía
Su nombre era
Lucía Ramones. Era muy blanca, de cabello rizado, que se recogía con dos
peinetas. Fue hija de Héctor Marcucci.
Fue dulce y
cariñosa con los niños Marcucci Delgado. Siendo viuda, joven y sin hijos, asume
ese deber de criarlos. Lo hizo con mucho cariño.
De ella podemos
decir además que es una de las fundadoras del sector Santa Lucía, sitio muy
popular, ya que celebran cada año la llegada de la virgen con los tambores de
San Benito. De hecho, ella tenía en su casa, uno de gran tamaño.
La monja del “Urquinaona”
Era la monja de
un gran lugar de atención médica pública, el Hospital Urquinaona, de quien se
toma el nombre del médico, jurista y catedrático “Antonio José Urquinaona”. Tiene
más de 400 años de construido. Fue la primera casa de la caridad de
Latinoamérica. Es el popularmente llamado “Hospital Central. Ese mismo, famoso
por ser pionero en todo lo que hacía en sus especializaciones.
Quedaba entre las
calles Carabobo y Venezuela, por la avenida El Milagro, de Maracaibo. Alejandro
se va a vivir a ese centro de salud, instado por gente que le dice que tendrá
siempre un rinconcito para él y una de ellas es esa monja, quien una vez pasaba
por la casa de tía Lucía y les tomaba la cara a sus hijos mayores y comentaba:
- Alejandro, que lindos son tus hijos –
Era ciega, ya
estaba en una edad avanzada, pero apreciaba lo que hacía Alejandro.
La Botica
Mientras
estudiaba, vivía en un cuarto del hospital Central y ya trabajaba. A los 10
años, llevaba a casa de tía Lucia dinero,
era el ganado en la Botica. Con las cuentas que llevaba allí, mantenía a sus
hermanos.
Colegio Cuenca
El colegio
Cuenca era dirigido por su fundador, Raúl Cuenca, un eminente del Zulia,
ensayista, periodista y filósofo.
Tuvo la idea de
crear un colegio, donde curso primaria Alejandro
Marcucci Delgado y muchos otros. Tenía bachillerato, así que fue alumno de esa
institución.
Un compañero,
relataba que Alejandro, había sido muy “vivo”, ya que recordaba que al director
le agarraban miedo, porque sacaba su correa rápido y de esta forma estaba
cuando Raúl Cuenca lo ve escribiendo en su cuaderno, saca su cinturón de cuero,
cuando de pronto, el niño se voltea, lo mira y le ptrgunta a Cuenca…
-
¿usted sabe que yo soy
huérfano? –
y no le pegó.
El pote de leche Klim
La monja le
dice: ¡Acuérdate de ahorrar! Y así lo hizo, con un pote de leche Klim, que el
mismo contaba que cuando lo volteó para ir a Caracas, las monedas que estaban
de primeras, se veían negras.
Con eso pudo
ahorrar para estudiar en la capital del país.
Estudios de Medicina
Y estudió con los
mejores maestros, como el doctor Luis Razetti, Inocencio Carvallo, Jesús Rísquez
y José G. Hernández.
Alejandro Marcucci Delgado, estudia en la
mejor facultad del país, en la
Universidad Central. Se traslada a Caracas y vive en una pensión. Hace sus
mejores esfuerzos y va saliendo sobresaliente en las materias, como Histología,
Química y Anatomía.
Siempre recordaba sus años de estudios, sobre
todo, el tiempo pasado en la escuela de Farmacia, fueron dos años. Fue conocido
por sus “Formulas Magistrales” en el
estado Zulia y en Caracas.
Amigos como Chucho Finol, le dijeron que
patentara esas formulas, que siempre hacía, pero él le contesto que no, que era
un “don”, Dios se lo había dado por algo.
Siguen los estudios y vienen los laureles,
se gradúa de:
- Médico Cirujano, el
4 de febrero de 1922.
- Doctor en Ciencias
Médicas, el 6 de julio de 1925.
- Endocrinología.
Epidemia
La gripe
española hizo estragos en Venezuela. En 1918 se reportan los primeros casos.
Dos personas bajaron de un barco en Puerto Cabello y desde allí, comenzó todo.
Estos tomaron
tren a Caracas y otro a Maracaibo. La epidemia consideran se esparció tanto, que
el mismo gobernante, Juan Vicente Gómez, no quería residir en la capital luego
de sufrir la perdida fatal de su hijo mayor, Alí.
El doctor Luis
Razetti convoca de carácter urgente a los médicos y a los mejores estudiantes.
Forman una Comisión de Salud, donde Alejandro
Marcucci Delgado encabeza la lista y se trasladan al estado Zulia a combatir el foco de dicha enfermedad.
De este momento
histórico, sabemos la actuación de todos ellos y fue que Alejandro Marcucci
Delgado, decide y le dice al director y a la monja directora del Hospital
Central, que tome a los enfermos más graves, los aísle y les queme todo lo que
usan. Así se hizo.
Toda
Maracaibo quedó incomunicada, casi nadie
salía. En dos semanas comenzó a amainar este mal, hasta su erradicación total.
Más de 1000 muertos en Caracas sin contar en el
interior. Fue un momento muy aciago para la historia de Venezuela.
Europa
Luego de
graduarse de Médico en Venezuela, obteniendo muy buenas notas y teniendo ya
contactos, el presidente Juan Vicente Gómez, lo nombra: secretario de la
embajada de Londres en Gran Bretaña.
Decide irse a
Europa, para hacer un postgrado en Endocrinología, que comienza colaborando con
el doctor Gregorio Marañón, médico científico e historiador, en Madrid, España.
Termina sus
estudios de Endocrinología, no sin antes estudiar con el doctor en Psiquiatría Sigmund Freud, su
discípulo Carl Jung en Alemania y sobre la “Fuente de la Juventud” o como
evitar el envejecimiento, se coloca inyecciones en Paris, Francia, con la representante
de la doctora rusa, Ana Aslan, quien era ya conocida por su labor en pro de la
lucha contra las arrugas.
Fue el mismísimo
general Eleazar López Contreras, quien le firma una carta, para irse de nuevo como
representante de Venezuela a Europa.
Comienza su
colaboración con varios medios de Comunicación, Tiene una columna, se llamaba,
“De mi vida en Europa”. Firmaba como “Alex Marcucci”. La famosa revista
“Elite”, incluía sus escritos, entre otras publicaciones. Allí narra sus
peripecias como médico en el viejo Continente. Los centavos los iba asegurando
con estos encargos.
Entra a su país y
sale de nuevo al viejo Continente. Fueron incontables las ocasiones. Conoce a
personalidades, los entrevista, salen sus publicaciones. Nunca echa a perder
los momentos para saber y conocer las innovaciones del mundo, sobre todo en
medicina.
En Paris,
Francia, conoce a Marianne Rivoal, quien será la madre de sus futuros hijos. El
doctor Pedro París, se la presenta el facultativo zuliano. Su conquista queda
sellada con los bailes de Tango que tuvieron, ya que Alejandro bailaba muy bien
este ritmo.
Marianne Rivoal
Era linda. Muy
blanca, de cabellos negros y ojos azules como el cielo. La conoció en París.
Bailaron Tango, hablaban mucho y aunque él era Canciller de Venezuela, tenía tiempo
para verla. Quedó prendado y fue su mujer desde entonces.
Cuando el volvió,
conoció a su primer hijo, Juan o Jeannot para las de la casa. Arlette Suzanne,
vino después. Y con el comentario de un amigo galeno, salieron por San
Sebastián, debido a una posible Conflagración Civil Española. El Consulado les
pidió marchar, ya se hablaba de los primeros sonidos de la II Guerra Mundial.
Esto decidió al
doctor Marcucci Delgado a llevar a su familia a Venezuela. El viaje en trasatlántico,
fue un largo traslado. Llegaron a Maracaibo. El barco era grande, no podía
atravesar el lago, ya que la profundidad en su boca no era tan honda. Tenían
que embarcarse en otro navío, solo que esta vez era de calado mucho más
pequeño.
Nunca se olvidarían
de su llegada. Había muerto el dictador Juan Vicente Gómez. Era el 17 de
diciembre de 1935.Contaba que cuando bajaban, Marianne quien estaba embarazada
de Miguel, se asustó, ya que un señor estaba vestido de campesino, le daba a su
machete en las piedras, y decía:
-quien está allí-
y mientras hacía
esto, iba metiendo el machete en el carro que los iba a trasladar.
El abuelo dijo
que bajaran, la situación no era para no hacerle caso y así entraron a
Venezuela.
Marianne contaba
que su impresión fue grande y era debido a tantas cosas que ya había leído. Las
famosas palmeras estaban, como en sus libros, se mecían con la suave brisa.
Pero, no contaba con el calor. Era demasiado para ella. El desarrollo de la ciudad, era ínfimo. Tuvo que
conformarse.
El clima le causa
un salpullido a Marianne, que con los días, Alejandro le diagnostica la enfermedad
de la piel, Braza. El clima les cae mal a los niños. Deciden mudarse a una pensión
en Caracas, la capital. La temperatura, era decididamente mejor.
Nacen en la
capital venezolana, Miguel, Silvia,
Marcel y por ultimo Mireya.
Maracaibo
Su vuelta a vivir
en la capital Zuliana fue debida no solo a regresar de sus estudios, también
influyó el clima. Su cuarta hija Silvia, enferma a los dieciocho meses de
Tuberculosis en Caracas y decide volver con su familia a su tierra natal, era
la década del 39.
Allí funda con
otros médicos el Hospital de Niños. Es uno de los que elevan su voz, para
agrandar el “Urquinaona”. Funda clínicas, es llamado para organizar el barrio de Ziruma, zona de Wayuús,
característica de Maracaibo. Es muy buscado por sus recetas mágicas o formulas magistrales
únicas, según sus pacientes.
Siempre anteponía
una figura de la religión Cristiana, es decir, por donde va pasando manda a
colocar un busto o estatua de Jesús de Nazareth.
Es llamado por
grupos, como la Asociación China de Venezuela, a participar como embajador de Ecuador en
Venezuela.
Es buscado por
personajes ilustres del estado, por periodistas, por personas pudientes y las
que no tenían nada y siempre les contestaba, no tenía miedo de hacerlo.
Fue muy buscado
para curar y sanó a mucha gente. No le cobraba a los pobres, entonces le daban
gallinas de corral, cerdos o caballos.
Fue muy popular.
Curación de varias personas
Al ser
Endocrinólogo, era muy buscado por muchas razones, una para tener hijos. La
madre de los Álvarez Paz, no podía tenerlos y el doctor Marcucci, la trató con
hormonas. Tenía problemas en su hipófisis. Pudo concebir tres hijos y siempre
habló maravillas de ese médico que la trató.
Lo que siempre
llamaba la atención, era como trataba a los niños varones, sobre todo si eran
amanerados. El procedimiento era sencillo; antes de su desarrollo, debía
inyectarles hormonas masculinas. Esto hacía que su crecimiento fuera normal.
Sus creencias lo
llevaron a no cobrar, pero sabía que debía hacerlo, a ciertas personas que si
tenían como pagarle. Los que no tenían
con que pagarles, lo hacían con animales. Tenía muchas en el patio trasero de
su casa.
Sus 25 años de graduado
Cuando cumplió 25
años de graduado, era 1947. Se había graduado en 1922, de 26 años. Lo celebró con sus amigos en su casa del
Cristo, en la avenida Bella Vista, esquina de la calle la Mariposa, no sin
antes inaugurar una clínica, en el centro de Maracaibo,“ Yo soy el camino”, donde
coloca el busto de un Nazareno de colores.
El discurso lo
hizo el doctor Rafael Belloso Chacin, el cual fue un médico afamado. escritor y
político zuliano. Se graduó en la misma promoción del doctor Alejandro Marcucci
y eran muy amigos.
Asisten los
medios de Comunicación de la época y muchas personalidades alusivas.
Fue la única vez
que celebró algo.
Cristo por todos lados
Por donde quiera
que pasara, ya sea de empleo o de casa familiar, colocaba un Cristo.
Es famoso el
Cristo que está en su casa de Bella Vista. Tiene un Cristo de mosaicos en el
piso, dice su hijo Miguel.
Ahora es un
edificio, construido por la iniciativa de su hijo, se llama Los Marcucci. Se
distingue por la figura de Jesús, que está dentro de una capilla. Sigue allí y
por los recuerdos de su hija Arlette, lo mandó a hacer con un paciente, quien
lo esculpió y se lo dio a el, que lo quería para evitar más accidentes.
Resulta que era
una esquina muy transitada y los incidentes con los buses, iban a dar a ese
lugar. Cuando se puso esa figura, nunca más ocurrió otro suceso y todavía, es
objeto de culto entre devotos cristianos.